BIOGRAFÍA DE JOSÉ MARÍA SICILIA:
Madrid, 1954
Es uno de los representantes más significativos de la pintura española de los años ochenta. Comenzó su carrera artística estudiando en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid para luego instalarse en París, en 1980. Allí coincidió con otros dos artistas españoles -Miquel Barceló y Miguel Ángel Campano- igualmente referentes junto a José Manuel Broto y Ferrán García Sevilla de la pintura española de la época.
Desde su llegada a Francia el artista trabaja en grandes formatos y su pintura advierte una constante evolución. Su trabajo se organiza en series pictóricas donde se encuentran reunidas naturalezas muertas y representaciones de herramientas y utensilios domésticos (aspiradoras, planchas, tijeras, cubos, etc.); al igual que vistas de paisajes urbanos de Madrid y París.
Durante mediados de los ochenta logrará el reconocimiento en España, Francia y también Nueva York; con unas pinturas marcadas por la libertad del gesto, la violencia del color y el dinamismo del trazo. Su individual de 1982 en la galería Trans/Form de París, la presentación de su obra en España en 1984 por el galerista Fernando Vijande y su individual en la galería Blum Helman de Nueva York en 1985; marcan los comienzos de una trayectoria que ha logrado encontrar un lugar consolidado en la historia de la pintura contemporánea española.
El conjunto de obras de esta exposición en el Palacio de Velázquez de Madrid se compone de veintiséis lienzos en su mayoría de tres metros y formato cuadrado, al que se unen un grupo de dieciséis obras divididas en dos series con formato alargado y gran altura. Todas ellas forman parte de la obra más reciente de José María Sicilia, resultado de un largo periodo de investigación y testimonio de una profunda transformación.
La imagen de la flor, que aparece por primera vez en sus trabajos en Nueva York, es uno de los pocos rastros figurativos que separan al artista de la abstracción completa y es el motivo que domina esta muestra. Los lienzos presentes en la exposición, realizados todos ellos con acrílico, resumen una manera de concebir la pintura heredera del arte geométrico, al tiempo que se entremezclan aires de familia que remiten al expresionismo abstracto.
El propio artista ha participado activamente en la selección de las obras que componen esta exposición, de las que ya se presentó una parte en el CAPC Musée d?art contemporain de Burdeos a finales de 1987. Estos trabajos han llegado ahora a las salas del Palacio de Velázquez como un grupo compacto de pinturas que muestran a un Sicilia de sólida carrera y largo recorrido. (www.museoreinasofia.es)