Joaquin Torres Garcia (Montevideo 1874 - 1949)
Hijo de María García Pérez y Joaquín Torres Fradera.1 Su padre era catalán, originario de Mataró y criado en una familia de cordeleros náuticos. Su madre era uruguaya.
Debido a dificultades financieras Joaquín Torres Fradera decidió trasladarse con su familia en 1891 a Mataró (Catalunya) y luego a Barcelona. Allí, Torres García tomó lecciones de pintura con Josep Vinardell. Su primer óleo lo realizó en 1891 en Mataró, cuando tenía 17 años.
Ingresó en la Escuela Oficial de Bellas Artes de Barcelona en 1894 y también asistió a la Academia Baixàs. En una sala de exposiciones del periódico La Vanguardia pudo exhibir sus obras tres años más tarde, como asimismo participar de una exposición colectiva como socio del Círculo Artístico de San Lucas al que había ingresado poco antes. Barcelona fue un lugar de gran inspiración e influencias. Trabó amistad con importantes pintores y escultores de la época, como Manuel Hugué, Ramón Pichot, Oleguer y Sebastià Junyent, Joaquim Sunyer, Joan y Juli González, Planella y Pablo Picasso, sino también con músicos como Antoni Ribera. 4
En Barcelona conoció a Antonio Gaudí y participó del movimiento noucentista catalán. En conjunto con él, diseñó los vitrales de la catedral española de Palma de Mallorca, como asimismo parte de los de la Sagrada Familia en Barcelona.
En este período publicó varios trabajos como dibujante, bajo el seudónimo de Quim Torras, en distintos periódicos: La Vanguardia, Iris, La Saeta y Barcelona cómica.
En 1904 realizó con Iu Pascual una exposición en el Círculo Artístico de Sant Lluc. Ese mismo año comenzó a escribir sobre arte, cosa que haría durante toda su vida, con un artículo en la revista Universitat catalana.
Los años siguientes fueron dedicados a mostrar sus obras. En 1911 participó en la exposición Internacional de Arte de Barcelona.
Su primer libro "Notes sobre art" lo publicó en 1913 en catalán.
A través de Eugeni d’Ors conocio en junio de 1911 a Enric Prat de la Riba, presidente de la Diputación de Barcelona, quien le realizó diversos encargos. El más destacado fue el de los frescos del Salón de Sant Jordi en el Palacio de la Generalitat de Catalunya en los que Torres García trabajó entre 1913 y 1914.
Torres García abandonó la ciudad de Barcelona y se trasladó a las afueras, a unos 20 kilómetros, a la localidad de Tarrasa, donde construyó una casa que diseñó, decoró él mismo con murales y denominó Mon Repòs («mi descanso»).
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